Un año más volvieron a repetirse ayer las colas para rezar al Cristo de Medinaceli, que se venera en la parroquia de Santiago, en el primer viernes del mes de marzo. Miles de malagueños cumplieron de este modo con la tradición de echar tres monedas en el cepillo de esta venerada imagen, que lució en su capilla exornada para la ocasión. El templo abrió durante todo el día.
Diario Sur